YO VERSUS YO

actitudlibre       

Por: Andrea Cardona

“La primera y la mejor de las victorias es la conquista de uno mismo”. Platón (427 – 347 a.C.)

Para vencer esa lucha interna y ver todo el potencial que hay en ti, es necesario que te deshagas de los pensamientos negativos y te encamines a tu sueño con actitud ganadora.

El momento de desear poder ver todo desde la cima del Everest, cuando “el sueño” nació, fue relativamente corto. La idea era emocionante, atrevida y descabellada, pero el encuentro con la realidad fue tan duro como necesario, y es que pones a prueba tus capacidades y tus limitaciones, que por lo general, determinan el deseo de continuar.

Para saber los “cómos” de mi sueño fue necesario investigar y saber que solo del 30 al 35% de las personas que lo escalan logra la cima, el 10% muere y solo el 7% que sube son mujeres, estadísticas no muy alentadoras.

Por mi parte, me encontré en una lucha interna conmigo misma, una en la que mientras mi corazón palpitaba fuerte por este sueño, mi mente venía a recordarme que fui asmática de pequeña (y eso podía ser un problema), que soy friolenta “¿cómo voy a aguantar esas temperaturas?”, que no cuento con recursos económicos para costear la expedición, que no tengo experiencia como montañista, que soy mujer, que soy bajita y delgada… uno a uno, todos los “peros” fueron apareciendo, ¿será que realmente puedo cumplir ese sueño?

La lucha interna continúa mientras la dejemos seguir. Sucede que desde que somos pequeños no creen en nosotros o dudan de nuestras capacidades y esas son voces que pueden venir a hacernos titubear. Talvez tuvimos un accidente o un trauma fuerte, o quizás se nos dijo que por ser mujeres no podemos. Siempre habrá razones para dudar o perder los ánimos, lo importante al final es y será creer en ti y saber que puedes lograrlo.

Si piensas que no tienes las capacidades necesarias, recuerda que las puedes adquirir. En vez de pensar “no puedo lograrlo”, piensa “¿cómo puedo logarlo?”. Esta pregunta expandirá tus opciones en vez de limitarlas.

¡Sé creativo! La falta de recursos hace que pongamos en marcha nuestra imaginación y nos pone en acción.

Rodéate de personas que te animen. Comparte tu sueño con una amiga o amigo, con tus hermanos o con tus padres, con tu pareja o con la persona a quien más confianza le tengas.

Recuerda que no estás solo/a en esto y que entre más energía positiva recibas, enfrentarás con mejor actitud lo que pueda surgir en el camino. Llevar a cabo un sueño empieza con la fe en uno/a mismo/a.

Descarta tus limitaciones mentales y ¡sigue adelante!

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[sección Ideas Para Un Mundo Mejor]